La sexualidad tiene una base biologica, fisiologica, psicologica y social. Es un elemento fundamental en la vida individual y en la relación de pareja, afecta de modo significativo la calidad de vida. Una buena salud sexual es una condición necesaria para poder vivir plena y satisfactoriamente las experiencias interpersonales.
La OMS enfatiza la importancia de un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, incluyendo la posibilidad de experiencias placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación o violencia.
La sexualidad no sólo trata de los órganos genitales masculinos y femeninos, incluye muchos otros aspectos como son los sentimientos y emociones, los valores y juicios que se han introyectado, los estereotipos y prejuicios que se asumen tantas veces sin darse cuenta, las costumbres que se ejecutan a través de un lenguaje o un gesto como parte de lo cotidiano. Tiene que ver con las normas culturales y jurídicas relativas a las relaciones entre hombres y mujeres, los roles sexuales, la orientación sexual. La sexualidad también incumbe la constitución de la familia, la intervención del método de procreación, las formas como educar a los hijos, como la relación de la pareja no procreativa.
Todos estos aspectos estan interconectados con los tabúes, los mitos, las creencias, las supersticiones, que son expresiones latentes de las personas y de los pueblos.
Por lo mismo que, cuando hablamos de normalidad en vida sexual, entramos a un campo donde se encuentran varias vertientes o criterios, lo fundamental para una buena vida sexual son tres aspectos: el consentimiento mutuo o estar de acuerdo, el respeto de si mismo y el respeto a la otra persona.
Descartando las causas orgánicas o fisiológicas, las dificultades sexuales pueden ser consecuencia directa de un problema psicológico y manifestarse de diversas maneras, con frecuencia variable, en situaciones específicas o con determinadas parejas. Algunas manifestaciones son:
- Disminución o ausencia del deseo o dificultad en alcanzar la excitación sexual;
- Dificultad para alcanzar el orgasmo;
- Dificultad para lograr o mantener una erección durante las relaciones sexuales;
- Eyaculación precoz o retardada;
- Vaginismo y dispareunia, que imposibilitan o hacen dolorosa la penetración;
- Temores e inhibiciones que no permiten una buena actividad sexual.
